lunes, 28 de noviembre de 2016

PROYECTO FINAL PROPUESTA DE INTERVENCIÓN (Héctor C.)


1.      Caso escogido.


En la actividad anterior escogí el CASO 3, que ponía en alerta sobre la situación de aislamiento de tres alumnos en un aula de 1º de ESO. Independientemente de los matices del caso, que se analizaron en su momento, voy a centrarme en diseñar una intervención para mejorar la situación social de estos alumnos.

2.      Medida organizativa.


Diseñamos una intervención orientada a proporcionar a los alumnos la posibilidad de usar el tiempo de recreo de otra forma, con la intención de favorecer la socialización y nuevos vínculos entre el alumnado y ayudar a paliar la situación de aislamiento.
La propuesta se basa en usar diferentes espacios del centro en la hora del recreo, cuidados por un profesor, donde el alumnado que lo desee acuda a realizar actividades propuestas. En el desarrollo de la propuesta indicamos las características del centro que nos permiten realizarla.
Lógicamente, esta actuación se realizaría como parte de un proceso más complejo que tendría que ver con el análisis de cada caso, pero en este proyecto nos interesa concretar la organización de lo que llamaremos Recreos Inteligentes. Dado que en mi caso trabajo como orientador en el centro, asumo que la intervención parte de ese puesto en la organización escolar.


3.      Recreos Inteligentes. La propuesta


a.      Exposición en reunión de ciclo del proyecto

Antes de comenzar su desarrollo, el proyecto será explicado por el Departamento de Orientación en una reunión a todo el profesorado, buscando su implicación, solucionando dudas e incorporando, si las hubiera, las sugerencias que se indiquen. Es importante este paso, porque de lo contrario podría quedarse en un proyecto que solo asumiera una parte de la comunidad educativa, con lo que su efectividad sería muy limitada.

b.      Análisis del aula

Se parte de quiénes son los alumnos en riesgo de aislamiento (en este caso, los números 7, 17 y 25). Aunque el proyecto tratará de incluir al máximo número de alumnado, es prioritario que estos se incorporen.
Sin embargo, dada la situación delicada que pueden estar sufriendo, evitaremos en todo momento que se hable de un recreo de integración u otra opción parecida.

c.      Cuestionario de intereses

Desde el Departamento de Orientación se entregará a los tutores un cuestionario de intereses para que lo apliquen en su aula. En este los alumnos podrán optar por diferentes actividades: actividades deportivas no habituales (ajedrez, voleibol, patinaje…), artísticas (baile, actuación, interpretación musical…), plásticas (realización de manualidades, cartelería, etc.), tecnológicas (trabajos con ordenador, diseño gráfico…). Los alumnos consignarán su nombre en el cuestionario y sus preferencias en una escala fácil de interpretar Me gusta mucho, me gusta un poco, no me gusta).

d.      Recogida de datos

Una vez realizados los cuestionarios, el Departamento de Orientación los recogerá y analizará, concluyendo cuáles son las actividades más demandadas, cuáles son las actividades que les parecen más atractivas a los alumnos 7, 17 y 25 y cuáles se lo parecen a los alumnos prosociales que pueden ayudar a la mejora de la situación social de aquellos.
Vistas estas preferencias, se pasará al diseño de actividades y su organización en el tiempo de recreo.

e.      Organización del tiempo de recreo: recursos personales.

En el centro donde trabajo hay un profesor que cada día se encarga de mantener el cuidado de los pasillos y del aula donde los alumnos que no pueden salir al patio pueden permanecer (alumnos con escayolas que no pueden bajar bien las escaleras o alumnos que ocasionalmente quieren hacer alguna tarea como carteles de convocatoria y similares). La llamaremos aula de recreo.
Los Recreos Inteligentes utilizarán este recurso personal, pero variando la organización de espacios, de forma que el profesor ya no esté en el mismo aula, sino que el aula de recreo sea la que resulte más adecuada a cada día.
La labor de este profesor será la de mantener el espacio en las condiciones que se requieren en un centro escolar (evitar desperfectos) y, en todo caso, mediar si hubiera algún conflicto.
Solo en algunas ocasiones, si el profesor ha indicado que lo desea, organizará alguna actividad. Con esto pretendemos entender que la carga de trabajo de los profesores no se vea incrementada de forma cualitativa.


f.       Organización de actividades.

Dado que estamos diseñando un proyecto, vamos a realizar un supuesto, de forma que pueda analizarse como si fuera real. En nuestro supuesto hemos visto que hay alumnado interesado en actividades dramáticas, de baile y plásticas. Además, es posible formar grupos heterogéneos en estos ámbitos, donde pueden convivir alumnos con riesgo de aislamiento y alumnos prosociales. Por eso, empezaremos proponiendo una actividad diferente por día:

Lunes: taller de creación de audiolibros (grabación de historias dramatizadas). Aquí aprovecharemos mi propia experiencia como actor de doblaje de videojuegos, que los alumnos conocen y puede ser una forma de engancharlos (http://www.doblajevideojuegos.es/fichaactor/hector-checa).

Martes: juegos de mesa. El alumnado podrá traer sus propios juegos y usarlos en el aula.

Miércoles: baile. Se pondrá a disposición del alumnado un aula de mayor tamaño (situada en la misma plante de ESO), la de Música, que dispone de un ordenador altavoces para que creen sus propias coreografías.

Jueves: música. Se pondrá a disposición del alumnado el mismo aula de música, que dispone de algunos instrumentos (piano, percusión, flautas…). Además, se permitirá que el alumnado traiga instrumentos de casa.
Viernes: trabajos plásticos. Se encargará al alumnado un trabajo plástico por semana (en mi centro siempre hay carteles por hacer, belenes que montar, elementos decorativos por realizar…)

Este programa se irá variando cuando se estime oportuno.

Además, se podrá alternar con actividades deportivas: en el caso de ajedrez, podrá organizarse un torneo si hay suficientes alumnos. Este se realizaría en la biblioteca del centro, en la que hay en el recreo otro profesor de guardia. En otros casos (voleibol), se encargaría de la supervisión el profesorado que supervisa el patio.

Las actividades, en principio, serán voluntarias, respetando al tiempo la necesidad de buena parte del alumnado de disfrutar de juego libre en el tiempo de recreo.

4.      Información al alumnado y las familias.


Una vez decididas las actividades y elegidos los espacios, el Departamento de Orientación entrará en las aulas para explicar el proyecto (mi centro es de línea 2, por lo que es una tarea asequible).

Además, se publicará en los diferentes perfiles del centro la misma información (web, Facebook) y se informará a las familias por medio de la plataforma digital, creando un aviso que enviarán los tutores a los padres de su grupo (en el centro usamos una plataforma digital para informar de incidencias, a la que los padres y madres pueden acceder desde sus teléfonos móviles).

5.      Seguimiento y evaluación


Una vez al trimestre, en la reunión oportuna de ciclo, se analizará el proyecto, atendiendo a los siguientes criterios:

¿Participa el alumnado en riesgo de aislamiento en el proyecto?
¿Han mejorado las interacciones del alumnado señalado (comparten tiempo, conversaciones y juegos con sus iguales en más ocasiones que antes de la intervención)?
¿Ha mejorado la posición social del alumnado señalado (el alumnado comparte tiempo, conversaciones y juegos con un grupo estable)?
¿Cuáles son las actividades con respuesta más positiva?
¿Hay nuevo alumnado al que sería positivo incluir en el proyecto?
¿Qué actividades deben mejorarse o sustituirse?
¿Qué problemas organizativos o de otra índole tiene el programa?

En la memoria anual del centro, en el apartado de evaluación del Plan de Convivencia, se aportará el resultado de tales evaluaciones, incorporando el programa a la PGA del centro del curso siguiente en el mismo apartado, con las modificaciones que se hayan producido.

6.      Conclusiones.


Creo haber propuesto un proyecto razonable, que se ajusta a la necesidad de mejora de la convivencia y situación social del alumnado y que incluso puede mejorar aspectos más allá del caso de los tres alumnos citados.

Además, los recursos que se utilizan no difieren demasiado de los que se vienen usando en el control de los recreos. Simplemente se reorienta la tarea de los profesores que cuidan los espacios.


Por último, el plan sigue dejando gran autonomía al alumnado, por lo que no es necesaria la creación de equipos de coordinación especiales. En todo caso, es el Departamento de Orientación quien se responsabiliza del proyecto, siempre con la ayuda del resto del claustro.

1 comentario:

  1. Me gusta la idea. Aunque mi centro es de línea 8, los pasillos los vigila un auxiliar porque los profesores de guardia casi siempre tienen que cubrir alguna ausencia y los de guardia de recreo no son suficientes para controlar un espacio tan amplio como el que tenemos. Todo es cuestión de darle una vuelta y focalizar el esfuerzo. De momento estamos haciendo algo similar con 1º de ESO que están aparte en uno de los cuatro edificios

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