miércoles, 23 de noviembre de 2016

ACTIVIDAD MÓDULO 2. CASO 3 (por (Héctor C.)

ANÁLISIS CASO 3. AISLAMIENTO EN CLASE

Análisis de la situación.

Empezamos el análisis del caso número 3, en el que se nos muestra el informe del programa Socioescuela para un grupo de ESO (1º, por la edad del alumnado) formado por 29 alumnos. La principal característica del grupo, que será objeto de nuestra atención, es la existencia de tres alumnos aislados.

Sin embargo, atendiendo al propio sociograma, podemos obtener otras conclusiones:

Existe una relación de amistad, con un grupo cohesionado, entre todas las chicas de la clase, algo infrecuente, por otro lado.

Existe un grupo de chicos con prestigio social notable (alumnos 22, 24, 26 y 28) que comparten grupo de amistad.

Existe otro grupo de chicos con valoraciones medias (excepto el alumno 20, con bastantes elecciones) y que incluso acumulan bastantes rechazos (caso del alumno 1).

Existe una pareja de chicos con rechazos no numerosos y escasas elecciones.

Por último, como hemos dicho, hay tres alumnos cuya relación con el grupo podría ser preocupante. 

Aunque la media del grupo manifiesta estar a gusto en clase, reconoce al tiempo que existen conflictos. Además, dentro de los alunmos señalados hay situaciones diferentes:

El alumno 25, según el sociograma, está en situación de aislamiento: es ignorado por toda la clase tanto en elecciones como en rechazos.

El alumno 7 tiene 2 rechazos, pero también una elección.

El alumno 17 no tiene elecciones y sí un número importante de rechazos (14), casi la mitad d ela clase.

Esta estructura grupal nos muestra índices de riesgo para tales alumnos y una situación potencialmente conflictiva, a la que hay que dar respuesta después de analizar la situación con otras intervenciones.


Pautas de intervención.

1ª Fase: recogida de información.

Necesitamos recoger información sobre la situación real del alumnado aislado en el sociograma. Esto nos puede permitir saber las causas del aislamiento (podría deberse a la llegada al centro sin amistades previas, a un cambio de aula, a una situación de aislamiento provocado por conflicto, etc.)

Para ello, proponemos:- 
- Entrevista con los alumnos 25, 7 y 17 para concretar su situación relacional en el centro - Observación con hoja de registro en el patio (el profesorado encargado de cuidar patio observa con quiénes se relacionan y de qué forma: si siguen los juegos o los potencian, si intervienen en las conversaciones o se limitan a recibir información, etc.). esto se debe hacer durante una semana.
- Recogida de información del profesorado: si realizan las tareas escolares en grupo, si perciben comentarios sobre los alumnos citados, si permanecen aislados realizando actividades o sin participar en el aula, etc.
-      Recogida de información de las familias: `por medio de entrevistas cuyo objetivo es determinar el grado de integración en el centro, la red de amistades de los alumnos y si se perciben conductas molestas por parte de compañeros. 
-        Recogida de información del alumnado: los alumnos 26, 20 y 16, pertenecen a grupos diferentes y al mismo tiempo parecen estar en situación de liderazgo social pueden proporcionar datos interesantes sobre las causas de aislamiento en el sociograma de los alumnos.

2ª Fase: mejora de la situación social de los alumnos y del grupo

A pesar de que el programa recoja que los alumnos no creen estar ante situaciones de acoso, de la información recogida en el apartado anterior podrían extraerse diferentes posibilidades: 
-        Existencia de conflictos permanentes que indiquen posibilidad de situación de acoso. 
-        Existencia de conflictos permanentes que hayan llevado a una situación de aislamiento real. 
-        Existencia de conflictos puntuales que hayan llevado a una situación de aislamiento real. 
-        Inexistencia de conflictos y situación de aislamiento motivada por otras causas.

De cualquier forma, parece necesario contribuir a la mejora de la situación social de estos alumnos. Para ello, planteamos las siguientes intervenciones: 
-        Búsqueda de un sitio en la clase donde el alumnado señalado encuentre compañeros receptivos ante el mismo. 
-        Búsqueda de colchón social: solicitar a alumnos prosociales la inclusión del alumnado aislado en su grupo, en actividades lúdicas y académicas en el centro (no se trata de forzar amistades, sino de hacer entender a los alumnos que deben contribuir a atenuar situaciones desagradables). 
-        Uso del tiempo de recreo como espacio de encuentro con alumnos con intereses comunes: aplicación de un cuestionario de intereses al grupo entero y organización de espacios en torno a los mismos (deportivos, lúdicos, artísticos, etc.). Existen abundantes experiencias en ese campo (recreos inteligentes, por ejemplo). 
-        Realización de dinámicas grupales en la sesión de tutoría: las dinámicas pueden ser más físicas, dramáticas o verbales, siempre que se logre que el alumnado avance en el análisis de la estructura del grupo y en la empatía. 
-        En caso de ser necesario y positivo, cambio de aula del alumnado aislado (si sus relaciones son mejores con otra de las aulas del centro). 
-        Contribución del profesorado para dotar de protagonismo positivo al alumnado aislado (utilizar sus conocimientos como fuente de prestigio social). 
-        Participación preferente del alumnado aislado en tareas en grupo no estrictamente académicas (colaboración con la biblioteca del centro, diseño y colocación de cartelería, ayuda en distribución de material dentro del aula..). Siempre debe buscarse la proximidad entre el alumnado aislado y alumnado plenamente integrado, de cara a ir estableciendo puentes afectivos entre ambos.


3ª Fase: seguimiento y evaluación

La puesta en marcha de las diferentes medidas anteriores puede suponer dos semanas de desarrollo, por lo que habría que esperar a ver su efecto una semana más. Pasado este tiempo, proponemos volver a la primera fase de recogida de información (en entrevista directa, en patio, por medio de la observación del profesorado, por entrevista con alumnado y, en su caso, con la familia).

La evaluación debe basarse en: 
-        Aumento de las interacciones del alumnado señalado (al alumnado comparte tiempo, conversaciones y juegos con sus iguales en más ocasiones que antes de la intervención). 
-        Aumento de la estabilidad de los vínculos del alumnado (el alumnado comparte tiempo, conversaciones y juegos con un grupo estable). 
-        Disminución de situaciones de aislamiento social (el alumnado no permanece aislado en los tiempos de recreo). 
-        Disminución de situaciones de aislamiento académico (el alumnado no permanece aislado en caso de trabajos o actividades en grupo dentro del aula). 

Vistas estas variables, habría que examinar cómo continuar el trabajo. En todo caso, habría que volver a aplicar un sociograma a lo largo del curso.

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