jueves, 24 de noviembre de 2016

MODULO 2 ACTIVIDAD 1 CASO 2 (Vanesa C)

MÓDULO 2

Diagnóstico

A partir de los datos obtenidos mediante el autoinforme y el heteroinforme, donde se aplican técnicas de sociometría como el sociograma, concluimos que la Alumna 24 padece acoso y que, en vista de su reacción a él, se trata de una víctima de acoso de tipo activo.

Modelo de intervención

En lo que respecta a la víctima, es urgente modificar su situación social, y para ello seleccionaremos un protocolo específico para las víctimas de acoso de tipo activo. Dado el rechazo que la reacción de la Alumna 24 ante el acoso que sufre genera entre muchos de sus compañeros, los programas de “ayuda entre iguales” resultan menos efectivos en estos casos. En consecuencia, lo prioritario es aplicar un programa de mejora del autocontrol y de reconocimiento y manejo de las emociones. En el gabinete psicopedagógico de nuestro centro, abordamos esta tarea sometiendo al alumno a tests que nos muestren su situación específica en estos campos. Después, hacemos uso de las entrevistas personales para orientarle en las pautas a seguir.

Respecto a los compañeros de clase, es fundamental que participen en dinámicas de grupo en las que se les explique las consecuencias del acoso y se les exhorte a no ser cómplices del mismo mediante su actitud pasiva. Aquí pueden ser útiles los textos y vídeos de diversas instituciones, y las jornadas de concienciación con especialistas.

Y en lo concerniente a los agresores, la actuación prioritaria será explicarles las consecuencias que el acoso que están ejerciendo puede acarrearles tanto dentro como fuera del centro, de acuerdo con la normativa vigente. Además, desde una perspectiva psicopedagógica, es necesario someterles también a programas de mejora del autocontrol, incluso conjuntamente con la alumna agredida, para que el conocimiento mutuo y el respeto entre ellos aumente. Por otro lado, se mantendrán entrevistas con sus familias con el objetivo de solicitar colaboración para la resolución del conflicto y de informar de que si continúa se aplicará la sanción prevista en reglamento interno

A medida que con el trabajo psicopedagógico realizado, la reacción de la Alumna 24 ante el acoso vaya tornándose más adecuada para ella emocionalmente, podremos ir introduciendo programas de “ayuda entre iguales”, pues ahora sí resultarán más efectivos. Entonces, apoyados en el buen conocimiento de nuestros alumnos que hemos ido acumulando durante años, escogeremos dentro del entorno más próximo a la Alumna 24 una serie de alumnos ayudantes que colaboren a que progresivamente se halle más integrada en la clase. Estaremos muy atentos no sólo a la conducta de los alumnos con fuerza social, sino también a la de los alumnos con buena relación con la Alumna 24, pues a menudo éstos, por miedo al rechazo o por simple egoísmo, flaquean en su compromiso. 

Una vez que comprobemos la buena marcha del proceso, podremos aplicar con más facilidad las técnicas de recolocación de los alumnos en la clase, de manera que no supongan un cambio drástico de la dinámica del aula, lo cual perturbaría tanto a la alumna acosada como a otros compañeros. Se trata en definitiva de que las actuaciones grupales sean lo más sutiles posible, para evitar reacciones impulsivas que originen todavía más daños emocionales.

Control

Pondremos en práctica nuestras técnicas de control habituales, como las entrevistas personales, los tests de evaluación y el seguimiento del rendimiento escolar de la Alumna 24. Evidentemente, los padres de los alumnos agresores y de la alumna agredida estarán puntualmente informados de los avances y de los problemas que puedan surgir en nuestro proceso de intervención. 



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