MÓDULO
2
Diagnóstico
A partir de los
datos obtenidos mediante el autoinforme y el heteroinforme, donde se aplican
técnicas de sociometría como el sociograma, concluimos que la Alumna 24 padece
acoso y que, en vista de su reacción a él, se trata de una víctima de acoso de
tipo activo.
Modelo de
intervención
En lo que respecta a la víctima, es urgente
modificar su situación social, y para ello seleccionaremos un protocolo
específico para las víctimas de acoso de tipo activo. Dado el rechazo que la
reacción de la Alumna 24 ante el acoso que sufre genera entre muchos de sus
compañeros, los programas de “ayuda entre iguales” resultan menos efectivos en
estos casos. En consecuencia, lo prioritario es aplicar un programa de mejora
del autocontrol y de reconocimiento y manejo de las emociones. En el gabinete
psicopedagógico de nuestro centro, abordamos esta tarea sometiendo al alumno a
tests que nos muestren su situación específica en estos campos. Después,
hacemos uso de las entrevistas personales para orientarle en las pautas a
seguir.
Respecto a los compañeros de clase, es fundamental
que participen en dinámicas de grupo en las que se les explique las
consecuencias del acoso y se les exhorte a no ser cómplices del mismo mediante
su actitud pasiva. Aquí pueden ser útiles los textos y vídeos de diversas
instituciones, y las jornadas de concienciación con especialistas.
Y en lo concerniente a los agresores, la actuación
prioritaria será explicarles las consecuencias que el acoso que están
ejerciendo puede acarrearles tanto dentro como fuera del centro, de acuerdo con
la normativa vigente. Además, desde una perspectiva psicopedagógica, es
necesario someterles también a programas de mejora del autocontrol, incluso
conjuntamente con la alumna agredida, para que el conocimiento mutuo y el
respeto entre ellos aumente. Por otro lado, se mantendrán entrevistas con sus
familias con el objetivo de solicitar colaboración para la resolución del
conflicto y de informar de que si continúa se aplicará la sanción prevista en
reglamento interno
A medida que con
el trabajo psicopedagógico realizado, la reacción de la Alumna 24 ante el acoso
vaya tornándose más adecuada para ella emocionalmente, podremos ir
introduciendo programas de “ayuda entre iguales”, pues ahora sí resultarán más
efectivos. Entonces, apoyados en el buen conocimiento de nuestros alumnos que
hemos ido acumulando durante años, escogeremos dentro del entorno más próximo a
la Alumna 24 una serie de alumnos ayudantes que colaboren a que progresivamente
se halle más integrada en la clase. Estaremos muy atentos no sólo a la conducta
de los alumnos con fuerza social, sino también a la de los alumnos con buena
relación con la Alumna 24, pues a menudo éstos, por miedo al rechazo o por
simple egoísmo, flaquean en su compromiso.
Una vez que comprobemos la buena
marcha del proceso, podremos aplicar con más facilidad las técnicas de
recolocación de los alumnos en la clase, de manera que no supongan un cambio
drástico de la dinámica del aula, lo cual perturbaría tanto a la alumna acosada
como a otros compañeros. Se trata en definitiva de que las actuaciones grupales
sean lo más sutiles posible, para evitar reacciones impulsivas que originen
todavía más daños emocionales.
Control
Pondremos en
práctica nuestras técnicas de control habituales, como las entrevistas
personales, los tests de evaluación y el seguimiento del rendimiento escolar de
la Alumna 24. Evidentemente, los padres de los alumnos agresores y de la alumna
agredida estarán puntualmente informados de los avances y de los problemas que
puedan surgir en nuestro proceso de intervención.
No hay comentarios:
Publicar un comentario