CASO 2. EDUCACIÓN SECUNDARIA
OBLIGATORIA
¿Qué tipos de acoso se advierten en este caso?
En el caso que nos ocupa vemos
dos tipos de acoso que se complementan y refuerzan. En primer lugar hay un
acoso presencial (sostenido en el tiempo, con desequilibrio de poder por número
e intencionado) que se plasma de forma inmediata y mediada. Inmediata en cuanto
a hechos concretos, que supone violencia física (empujones, golpes) y
psicológica (difusión de rumores, insultos). Mediada en cuanto al intento de implicar
a otras personas en la situación, logrando el aislamiento de la víctima.
Además, se da un acoso por medio
de las redes sociales y las tecnologías de la comunicación, que asimismo se
manifiesta de las dos formas anteriormente señaladas: inmediata en cuanto a
rumores e insultos directos y mediada cuando se logra el aislamiento, con la
participación de otras personas, en las redes sociales.
¿Qué influencia ejercen las redes sociales? ¿en qué se diferencia del
acoso presencial (difusión, tiempo, lugar en el que se produce...)?
Las redes sociales, y las
tecnologías de la comunicación en general, suponen novedades respecto a las
formas tradicionales de acoso. Entre
otras, podemos señalar:
- Amplían el número de personas
que participan en la situación de acoso o que la perciben: la información
volcada en las redes es pública, a pesar del desconocimiento sobre ello de los
alumnos, de forma que vídeos, fotografías, grabaciones de voz o comentarios
pueden llegar a personas fuera del círculo del colegio donde se da el acoso.
- Permanecen en el tiempo, al
fijar los hechos concretos para siempre (aunque se borren, es posible
rastrearlos y su difusión puede ser imparable), de manera que, además, es
posible traer al presente hechos pasados, convirtiendo la sensación de acoso en
permanente: un comentario, foto o video puede ser visto por la víctima y los
acosadores una y otra vez, reviviendo la situación.
- Permiten la participación en
una situación de acoso de forma continuada, sin necesidad de tener a la víctima
delante. Esto amplía el radio de acción de acosadores y la aumenta la
percepción de inseguridad de la víctima, que puede recibir comentarios e
incluso amenazas (en diferentes formatos) en cualquier momento del día.
- Introducen un elemento de
mediación que permite mayores cuotas de crueldad e impide la empatía directa
con la víctima: el uso de tecnología, como ha sido estudiado en diferentes
experimentos (por ejemplo, en Milgram, S. Obediencia
a la autoridad), permite despersonalizar a la víctima, que es percibida
menos como persona que como un dato más con el que jugar. En resumidas cuentas, es más sencillo participar en hechos
ofensivos si la víctima no está presencialmente.
- Generan sensación de anonimato
en los agresores, que pueden esconderse tras perfiles con nicks, lo que proporciona la idea de impunidad que contribuye a la
extensión de agresiones psicológicas.
- Pueden generar delitos de contra
la intimidad e incluso de difusión de contenidos ilegales, que el alumnado
generalmente desconoce (compartir determinadas imágenes de menores puede ser
delito).
- Permiten el rastreo de hechos
relacionados con el acoso, en caso de derivar en actuaciones ante un juzgado.
¿Cómo debe contribuir el centro a la concienciación de las familias
respecto al uso responsable de las Tecnologías de la Información y Comunicación
por menores de edad?
El centro puede generar varios
tipos de actividades al respecto:
- Material impreso o digital en
forma de guías, preguntas frecuentes, documentos con consejos prácticos, etc.
(ponemos como ejemplo un documento elaborado por nosotros como Departamento de
Orientación: https://drive.google.com/file/d/0ByJvQF-4qBapMXZBTlRPb2Y2NXc/view)
- Encuentros entre el centro
(Departamento de Orientación y expertos digitales del centro) y las familias,
donde se traten temas generales: seguridad informática, uso de redes sociales y
adolescencia, ciberacoso.
- Talleres prácticos donde se
muestren las diferentes redes, su uso y sus ventajas e inconvenientes para la
adolescencia.
- Encuentros con expertos en TIC
y adolescencia: psicólogos, abogados, policías, etc.
- Apertura de medios de
comunicación, usando las propias TIC, para detectar usos indebidos (Plataformas
digitales, perfil de Facebook, correo electrónico,
¿Qué valores debe trabajar el centro en este caso para evitar
situaciones de ciberacoso y sus consecuencias?
El centro debe trabajar,
fundamentalmente, dos valores:
- Empatía: a pesar de las
dificultades en las etapas de la preadolescencia y adolescencia para ponerse en el lugar del
otro (los estudios de Kohlberg respecto a las etapas de desarrollo de la
percepción de la justicia así lo indican, por ejemplo), los centros deben hacer
un esfuerzo en este sentido. Para ello, hay que proporcionar no solo
actividades (desde análisis de textos, imágenes o vídeos hasta dinámicas
grupales), sino contextos donde esta empatía pueda desarrollarse. Para ello, es
positivo trabajar el refuerzo de las redes de apego entre alumnos, intentando
que compartan diferentes espacios y tareas.
- Uso responsable de las
tecnologías: la adolescencia (y buena parte del mundo adulto) concibe la
tecnología como algo neutro, que no influye en nuestra vida más allá de lo que
queramos. Sin embargo, su uso está vinculado a ciertas actividades (comentar y
juzgar lo que otros hacen, dicen o exponen, por ejemplo) que, si no se realizan
con cierto criterio, pueden resultar conflictivos. Es importante entrenar al alumnado en ese uso, que es también un valor cívico.
¿Qué medidas podrían tomarse con respecto a los alumnos implicados?
- Medidas inmediatas: apertura
del protocolo de acoso escolar, con la recogida de información y el expediente
correspondientes; aplicación del Reglamente de Régimen Interno para los alumnos
identificados como agresores; información a las familias sobre de los agresores y espectadores y solicitud de ayuda en la solución del conflicto; información
al claustro de profesores sobre la situación; medidas de protección respecto a
la alumna agredida en el centro (vigilancia en patios, cambio de clases y en
las propias clases).
- Medidas a medio plazo:
realización de talleres sobre ciberacoso en las aulas, que incluyan el uso
responsable de las mismas y las consecuencias sociales, psicológicas y penales
de su mal uso; medidas tendentes a que la alumna agredida establezca relaciones
con otros alumnos, que refuercen su seguridad y su bienestar (búsqueda de
intereses comunes, asignación de compañeras en las actividades en grupo de las
diferentes asignaturas, etc.); medidas con los agresores (concienciación y mediación en el conflicto, una vez
tranquilizada la situación).
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