viernes, 2 de diciembre de 2016

Proyecto Final Módulo 4 (Caso1)

Nosotros hemos analizado el caso de una víctima de acoso de tipo activo, y hemos tratado de proponer una serie de medidas idóneas para su tratamiento. A tal fin, como no podía ser de otra manera, resultan fundamentales los conocimientos de nuestros docentes, no solamente los de tipo teórico sino también de los tipo práctico, adquiridos mediante el contacto y la convivencia con los alumnos de nuestro centro.

Tal y como hemos aprendido en este curso, es necesario que adoptemos una visión contextualizada del acoso escolar y que propiciemos una cultura compartida para la prevención del acoso escolar, o, desde un punto de vista más global, una cultura de convivencia. Con vistas a ello, y a partir de la experiencia acumulada, nosotros podemos compartir con todos los participantes en este proyecto las siguientes acciones que hemos aplicado efectivamente:

-        Medidas organizativas a nivel de centro: comunicación reforzada entre docentes y dirección en todo lo relativo al acoso escolar, para poder reaccionar con mayor agilidad; prioridad para las entrevistas con acosadores, acosados y padres, respecto del resto de entrevistas; acopio de materiales de detección específicos para este problema, como los tests ad hoc, con la pertinente explicación del funcionamiento y significado de los mismos a todos los docentes del centro. En este apartado, queremos destacar nuestros “recreos inteligentes”, en donde proponemos a los alumnos actividades diversas y variadas que permitan que ninguno se sienta excluido y en riesgo de acoso durante los tiempos de receso.

-        Cultura compartida contra el acoso escolar: charlas dirigidas a todos los alumnos y a todos los padres, impartidas tanto por personal del centro como por colaboradores externos; jornadas de concienciación grupal en el colegio, con actividades tanto dentro como fuera del aula; proyectos de colaboración e intercambio de información con otros centros de nuestra ciudad, para crear una red de detección y diagnóstico compartido. En esta sección, destacamos nuestra unidad de “mediación integradora”, en el seno de la cual un grupo de docentes colaboradores y de alumnos colaboradores se involucran con ahínco para la resolución de los casos de acoso escolar que surgen en el colegio.


-        Proyectos de prevención y sensibilización ante el ciberacoso: en nuestro centro hemos hecho uso sobre todo de materiales contra el acoso escolar elaborados y divulgados por diversas administraciones públicas y organizaciones sin ánimo de lucro; y de las visitas educativas que la policía local de nuestra ciudad pone a disposición de los colegios. Pero gracias a este curso, hemos conocido nuevas herramientas como los programas CiberExpertos y CiberMentores, así como los ofertados por la Unión Europea; herramientas que obviamente estamos dispuestos a emplear en nuestro centro a la mayor celeridad posible.

lunes, 28 de noviembre de 2016

PROYECTO FINAL PROPUESTA DE INTERVENCIÓN (Héctor C.)


1.      Caso escogido.


En la actividad anterior escogí el CASO 3, que ponía en alerta sobre la situación de aislamiento de tres alumnos en un aula de 1º de ESO. Independientemente de los matices del caso, que se analizaron en su momento, voy a centrarme en diseñar una intervención para mejorar la situación social de estos alumnos.

2.      Medida organizativa.


Diseñamos una intervención orientada a proporcionar a los alumnos la posibilidad de usar el tiempo de recreo de otra forma, con la intención de favorecer la socialización y nuevos vínculos entre el alumnado y ayudar a paliar la situación de aislamiento.
La propuesta se basa en usar diferentes espacios del centro en la hora del recreo, cuidados por un profesor, donde el alumnado que lo desee acuda a realizar actividades propuestas. En el desarrollo de la propuesta indicamos las características del centro que nos permiten realizarla.
Lógicamente, esta actuación se realizaría como parte de un proceso más complejo que tendría que ver con el análisis de cada caso, pero en este proyecto nos interesa concretar la organización de lo que llamaremos Recreos Inteligentes. Dado que en mi caso trabajo como orientador en el centro, asumo que la intervención parte de ese puesto en la organización escolar.


3.      Recreos Inteligentes. La propuesta


a.      Exposición en reunión de ciclo del proyecto

Antes de comenzar su desarrollo, el proyecto será explicado por el Departamento de Orientación en una reunión a todo el profesorado, buscando su implicación, solucionando dudas e incorporando, si las hubiera, las sugerencias que se indiquen. Es importante este paso, porque de lo contrario podría quedarse en un proyecto que solo asumiera una parte de la comunidad educativa, con lo que su efectividad sería muy limitada.

b.      Análisis del aula

Se parte de quiénes son los alumnos en riesgo de aislamiento (en este caso, los números 7, 17 y 25). Aunque el proyecto tratará de incluir al máximo número de alumnado, es prioritario que estos se incorporen.
Sin embargo, dada la situación delicada que pueden estar sufriendo, evitaremos en todo momento que se hable de un recreo de integración u otra opción parecida.

c.      Cuestionario de intereses

Desde el Departamento de Orientación se entregará a los tutores un cuestionario de intereses para que lo apliquen en su aula. En este los alumnos podrán optar por diferentes actividades: actividades deportivas no habituales (ajedrez, voleibol, patinaje…), artísticas (baile, actuación, interpretación musical…), plásticas (realización de manualidades, cartelería, etc.), tecnológicas (trabajos con ordenador, diseño gráfico…). Los alumnos consignarán su nombre en el cuestionario y sus preferencias en una escala fácil de interpretar Me gusta mucho, me gusta un poco, no me gusta).

d.      Recogida de datos

Una vez realizados los cuestionarios, el Departamento de Orientación los recogerá y analizará, concluyendo cuáles son las actividades más demandadas, cuáles son las actividades que les parecen más atractivas a los alumnos 7, 17 y 25 y cuáles se lo parecen a los alumnos prosociales que pueden ayudar a la mejora de la situación social de aquellos.
Vistas estas preferencias, se pasará al diseño de actividades y su organización en el tiempo de recreo.

e.      Organización del tiempo de recreo: recursos personales.

En el centro donde trabajo hay un profesor que cada día se encarga de mantener el cuidado de los pasillos y del aula donde los alumnos que no pueden salir al patio pueden permanecer (alumnos con escayolas que no pueden bajar bien las escaleras o alumnos que ocasionalmente quieren hacer alguna tarea como carteles de convocatoria y similares). La llamaremos aula de recreo.
Los Recreos Inteligentes utilizarán este recurso personal, pero variando la organización de espacios, de forma que el profesor ya no esté en el mismo aula, sino que el aula de recreo sea la que resulte más adecuada a cada día.
La labor de este profesor será la de mantener el espacio en las condiciones que se requieren en un centro escolar (evitar desperfectos) y, en todo caso, mediar si hubiera algún conflicto.
Solo en algunas ocasiones, si el profesor ha indicado que lo desea, organizará alguna actividad. Con esto pretendemos entender que la carga de trabajo de los profesores no se vea incrementada de forma cualitativa.


f.       Organización de actividades.

Dado que estamos diseñando un proyecto, vamos a realizar un supuesto, de forma que pueda analizarse como si fuera real. En nuestro supuesto hemos visto que hay alumnado interesado en actividades dramáticas, de baile y plásticas. Además, es posible formar grupos heterogéneos en estos ámbitos, donde pueden convivir alumnos con riesgo de aislamiento y alumnos prosociales. Por eso, empezaremos proponiendo una actividad diferente por día:

Lunes: taller de creación de audiolibros (grabación de historias dramatizadas). Aquí aprovecharemos mi propia experiencia como actor de doblaje de videojuegos, que los alumnos conocen y puede ser una forma de engancharlos (http://www.doblajevideojuegos.es/fichaactor/hector-checa).

Martes: juegos de mesa. El alumnado podrá traer sus propios juegos y usarlos en el aula.

Miércoles: baile. Se pondrá a disposición del alumnado un aula de mayor tamaño (situada en la misma plante de ESO), la de Música, que dispone de un ordenador altavoces para que creen sus propias coreografías.

Jueves: música. Se pondrá a disposición del alumnado el mismo aula de música, que dispone de algunos instrumentos (piano, percusión, flautas…). Además, se permitirá que el alumnado traiga instrumentos de casa.
Viernes: trabajos plásticos. Se encargará al alumnado un trabajo plástico por semana (en mi centro siempre hay carteles por hacer, belenes que montar, elementos decorativos por realizar…)

Este programa se irá variando cuando se estime oportuno.

Además, se podrá alternar con actividades deportivas: en el caso de ajedrez, podrá organizarse un torneo si hay suficientes alumnos. Este se realizaría en la biblioteca del centro, en la que hay en el recreo otro profesor de guardia. En otros casos (voleibol), se encargaría de la supervisión el profesorado que supervisa el patio.

Las actividades, en principio, serán voluntarias, respetando al tiempo la necesidad de buena parte del alumnado de disfrutar de juego libre en el tiempo de recreo.

4.      Información al alumnado y las familias.


Una vez decididas las actividades y elegidos los espacios, el Departamento de Orientación entrará en las aulas para explicar el proyecto (mi centro es de línea 2, por lo que es una tarea asequible).

Además, se publicará en los diferentes perfiles del centro la misma información (web, Facebook) y se informará a las familias por medio de la plataforma digital, creando un aviso que enviarán los tutores a los padres de su grupo (en el centro usamos una plataforma digital para informar de incidencias, a la que los padres y madres pueden acceder desde sus teléfonos móviles).

5.      Seguimiento y evaluación


Una vez al trimestre, en la reunión oportuna de ciclo, se analizará el proyecto, atendiendo a los siguientes criterios:

¿Participa el alumnado en riesgo de aislamiento en el proyecto?
¿Han mejorado las interacciones del alumnado señalado (comparten tiempo, conversaciones y juegos con sus iguales en más ocasiones que antes de la intervención)?
¿Ha mejorado la posición social del alumnado señalado (el alumnado comparte tiempo, conversaciones y juegos con un grupo estable)?
¿Cuáles son las actividades con respuesta más positiva?
¿Hay nuevo alumnado al que sería positivo incluir en el proyecto?
¿Qué actividades deben mejorarse o sustituirse?
¿Qué problemas organizativos o de otra índole tiene el programa?

En la memoria anual del centro, en el apartado de evaluación del Plan de Convivencia, se aportará el resultado de tales evaluaciones, incorporando el programa a la PGA del centro del curso siguiente en el mismo apartado, con las modificaciones que se hayan producido.

6.      Conclusiones.


Creo haber propuesto un proyecto razonable, que se ajusta a la necesidad de mejora de la convivencia y situación social del alumnado y que incluso puede mejorar aspectos más allá del caso de los tres alumnos citados.

Además, los recursos que se utilizan no difieren demasiado de los que se vienen usando en el control de los recreos. Simplemente se reorienta la tarea de los profesores que cuidan los espacios.


Por último, el plan sigue dejando gran autonomía al alumnado, por lo que no es necesaria la creación de equipos de coordinación especiales. En todo caso, es el Departamento de Orientación quien se responsabiliza del proyecto, siempre con la ayuda del resto del claustro.

jueves, 24 de noviembre de 2016

MODULO 2 ACTIVIDAD 1 CASO 2 (Vanesa C)

MÓDULO 2

Diagnóstico

A partir de los datos obtenidos mediante el autoinforme y el heteroinforme, donde se aplican técnicas de sociometría como el sociograma, concluimos que la Alumna 24 padece acoso y que, en vista de su reacción a él, se trata de una víctima de acoso de tipo activo.

Modelo de intervención

En lo que respecta a la víctima, es urgente modificar su situación social, y para ello seleccionaremos un protocolo específico para las víctimas de acoso de tipo activo. Dado el rechazo que la reacción de la Alumna 24 ante el acoso que sufre genera entre muchos de sus compañeros, los programas de “ayuda entre iguales” resultan menos efectivos en estos casos. En consecuencia, lo prioritario es aplicar un programa de mejora del autocontrol y de reconocimiento y manejo de las emociones. En el gabinete psicopedagógico de nuestro centro, abordamos esta tarea sometiendo al alumno a tests que nos muestren su situación específica en estos campos. Después, hacemos uso de las entrevistas personales para orientarle en las pautas a seguir.

Respecto a los compañeros de clase, es fundamental que participen en dinámicas de grupo en las que se les explique las consecuencias del acoso y se les exhorte a no ser cómplices del mismo mediante su actitud pasiva. Aquí pueden ser útiles los textos y vídeos de diversas instituciones, y las jornadas de concienciación con especialistas.

Y en lo concerniente a los agresores, la actuación prioritaria será explicarles las consecuencias que el acoso que están ejerciendo puede acarrearles tanto dentro como fuera del centro, de acuerdo con la normativa vigente. Además, desde una perspectiva psicopedagógica, es necesario someterles también a programas de mejora del autocontrol, incluso conjuntamente con la alumna agredida, para que el conocimiento mutuo y el respeto entre ellos aumente. Por otro lado, se mantendrán entrevistas con sus familias con el objetivo de solicitar colaboración para la resolución del conflicto y de informar de que si continúa se aplicará la sanción prevista en reglamento interno

A medida que con el trabajo psicopedagógico realizado, la reacción de la Alumna 24 ante el acoso vaya tornándose más adecuada para ella emocionalmente, podremos ir introduciendo programas de “ayuda entre iguales”, pues ahora sí resultarán más efectivos. Entonces, apoyados en el buen conocimiento de nuestros alumnos que hemos ido acumulando durante años, escogeremos dentro del entorno más próximo a la Alumna 24 una serie de alumnos ayudantes que colaboren a que progresivamente se halle más integrada en la clase. Estaremos muy atentos no sólo a la conducta de los alumnos con fuerza social, sino también a la de los alumnos con buena relación con la Alumna 24, pues a menudo éstos, por miedo al rechazo o por simple egoísmo, flaquean en su compromiso. 

Una vez que comprobemos la buena marcha del proceso, podremos aplicar con más facilidad las técnicas de recolocación de los alumnos en la clase, de manera que no supongan un cambio drástico de la dinámica del aula, lo cual perturbaría tanto a la alumna acosada como a otros compañeros. Se trata en definitiva de que las actuaciones grupales sean lo más sutiles posible, para evitar reacciones impulsivas que originen todavía más daños emocionales.

Control

Pondremos en práctica nuestras técnicas de control habituales, como las entrevistas personales, los tests de evaluación y el seguimiento del rendimiento escolar de la Alumna 24. Evidentemente, los padres de los alumnos agresores y de la alumna agredida estarán puntualmente informados de los avances y de los problemas que puedan surgir en nuestro proceso de intervención. 



miércoles, 23 de noviembre de 2016

ACTIVIDAD MÓDULO 2. CASO 3 (por (Héctor C.)

ANÁLISIS CASO 3. AISLAMIENTO EN CLASE

Análisis de la situación.

Empezamos el análisis del caso número 3, en el que se nos muestra el informe del programa Socioescuela para un grupo de ESO (1º, por la edad del alumnado) formado por 29 alumnos. La principal característica del grupo, que será objeto de nuestra atención, es la existencia de tres alumnos aislados.

Sin embargo, atendiendo al propio sociograma, podemos obtener otras conclusiones:

Existe una relación de amistad, con un grupo cohesionado, entre todas las chicas de la clase, algo infrecuente, por otro lado.

Existe un grupo de chicos con prestigio social notable (alumnos 22, 24, 26 y 28) que comparten grupo de amistad.

Existe otro grupo de chicos con valoraciones medias (excepto el alumno 20, con bastantes elecciones) y que incluso acumulan bastantes rechazos (caso del alumno 1).

Existe una pareja de chicos con rechazos no numerosos y escasas elecciones.

Por último, como hemos dicho, hay tres alumnos cuya relación con el grupo podría ser preocupante. 

Aunque la media del grupo manifiesta estar a gusto en clase, reconoce al tiempo que existen conflictos. Además, dentro de los alunmos señalados hay situaciones diferentes:

El alumno 25, según el sociograma, está en situación de aislamiento: es ignorado por toda la clase tanto en elecciones como en rechazos.

El alumno 7 tiene 2 rechazos, pero también una elección.

El alumno 17 no tiene elecciones y sí un número importante de rechazos (14), casi la mitad d ela clase.

Esta estructura grupal nos muestra índices de riesgo para tales alumnos y una situación potencialmente conflictiva, a la que hay que dar respuesta después de analizar la situación con otras intervenciones.


Pautas de intervención.

1ª Fase: recogida de información.

Necesitamos recoger información sobre la situación real del alumnado aislado en el sociograma. Esto nos puede permitir saber las causas del aislamiento (podría deberse a la llegada al centro sin amistades previas, a un cambio de aula, a una situación de aislamiento provocado por conflicto, etc.)

Para ello, proponemos:- 
- Entrevista con los alumnos 25, 7 y 17 para concretar su situación relacional en el centro - Observación con hoja de registro en el patio (el profesorado encargado de cuidar patio observa con quiénes se relacionan y de qué forma: si siguen los juegos o los potencian, si intervienen en las conversaciones o se limitan a recibir información, etc.). esto se debe hacer durante una semana.
- Recogida de información del profesorado: si realizan las tareas escolares en grupo, si perciben comentarios sobre los alumnos citados, si permanecen aislados realizando actividades o sin participar en el aula, etc.
-      Recogida de información de las familias: `por medio de entrevistas cuyo objetivo es determinar el grado de integración en el centro, la red de amistades de los alumnos y si se perciben conductas molestas por parte de compañeros. 
-        Recogida de información del alumnado: los alumnos 26, 20 y 16, pertenecen a grupos diferentes y al mismo tiempo parecen estar en situación de liderazgo social pueden proporcionar datos interesantes sobre las causas de aislamiento en el sociograma de los alumnos.

2ª Fase: mejora de la situación social de los alumnos y del grupo

A pesar de que el programa recoja que los alumnos no creen estar ante situaciones de acoso, de la información recogida en el apartado anterior podrían extraerse diferentes posibilidades: 
-        Existencia de conflictos permanentes que indiquen posibilidad de situación de acoso. 
-        Existencia de conflictos permanentes que hayan llevado a una situación de aislamiento real. 
-        Existencia de conflictos puntuales que hayan llevado a una situación de aislamiento real. 
-        Inexistencia de conflictos y situación de aislamiento motivada por otras causas.

De cualquier forma, parece necesario contribuir a la mejora de la situación social de estos alumnos. Para ello, planteamos las siguientes intervenciones: 
-        Búsqueda de un sitio en la clase donde el alumnado señalado encuentre compañeros receptivos ante el mismo. 
-        Búsqueda de colchón social: solicitar a alumnos prosociales la inclusión del alumnado aislado en su grupo, en actividades lúdicas y académicas en el centro (no se trata de forzar amistades, sino de hacer entender a los alumnos que deben contribuir a atenuar situaciones desagradables). 
-        Uso del tiempo de recreo como espacio de encuentro con alumnos con intereses comunes: aplicación de un cuestionario de intereses al grupo entero y organización de espacios en torno a los mismos (deportivos, lúdicos, artísticos, etc.). Existen abundantes experiencias en ese campo (recreos inteligentes, por ejemplo). 
-        Realización de dinámicas grupales en la sesión de tutoría: las dinámicas pueden ser más físicas, dramáticas o verbales, siempre que se logre que el alumnado avance en el análisis de la estructura del grupo y en la empatía. 
-        En caso de ser necesario y positivo, cambio de aula del alumnado aislado (si sus relaciones son mejores con otra de las aulas del centro). 
-        Contribución del profesorado para dotar de protagonismo positivo al alumnado aislado (utilizar sus conocimientos como fuente de prestigio social). 
-        Participación preferente del alumnado aislado en tareas en grupo no estrictamente académicas (colaboración con la biblioteca del centro, diseño y colocación de cartelería, ayuda en distribución de material dentro del aula..). Siempre debe buscarse la proximidad entre el alumnado aislado y alumnado plenamente integrado, de cara a ir estableciendo puentes afectivos entre ambos.


3ª Fase: seguimiento y evaluación

La puesta en marcha de las diferentes medidas anteriores puede suponer dos semanas de desarrollo, por lo que habría que esperar a ver su efecto una semana más. Pasado este tiempo, proponemos volver a la primera fase de recogida de información (en entrevista directa, en patio, por medio de la observación del profesorado, por entrevista con alumnado y, en su caso, con la familia).

La evaluación debe basarse en: 
-        Aumento de las interacciones del alumnado señalado (al alumnado comparte tiempo, conversaciones y juegos con sus iguales en más ocasiones que antes de la intervención). 
-        Aumento de la estabilidad de los vínculos del alumnado (el alumnado comparte tiempo, conversaciones y juegos con un grupo estable). 
-        Disminución de situaciones de aislamiento social (el alumnado no permanece aislado en los tiempos de recreo). 
-        Disminución de situaciones de aislamiento académico (el alumnado no permanece aislado en caso de trabajos o actividades en grupo dentro del aula). 

Vistas estas variables, habría que examinar cómo continuar el trabajo. En todo caso, habría que volver a aplicar un sociograma a lo largo del curso.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

ACTIVIDAD 2 (Héctor C.)

CASO 2. EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA

¿Qué tipos de acoso se advierten en este caso?
En el caso que nos ocupa vemos dos tipos de acoso que se complementan y refuerzan. En primer lugar hay un acoso presencial (sostenido en el tiempo, con desequilibrio de poder por número e intencionado) que se plasma de forma inmediata y mediada. Inmediata en cuanto a hechos concretos, que supone violencia física (empujones, golpes) y psicológica (difusión de rumores, insultos). Mediada en cuanto al intento de implicar a otras personas en la situación, logrando el aislamiento de la víctima.
Además, se da un acoso por medio de las redes sociales y las tecnologías de la comunicación, que asimismo se manifiesta de las dos formas anteriormente señaladas: inmediata en cuanto a rumores e insultos directos y mediada cuando se logra el aislamiento, con la participación de otras personas, en las redes sociales.

¿Qué influencia ejercen las redes sociales? ¿en qué se diferencia del acoso presencial (difusión, tiempo, lugar en el que se produce...)?
Las redes sociales, y las tecnologías de la comunicación en general, suponen novedades respecto a las formas tradicionales de acoso. Entre otras, podemos señalar:

- Amplían el número de personas que participan en la situación de acoso o que la perciben: la información volcada en las redes es pública, a pesar del desconocimiento sobre ello de los alumnos, de forma que vídeos, fotografías, grabaciones de voz o comentarios pueden llegar a personas fuera del círculo del colegio donde se da el acoso.

- Permanecen en el tiempo, al fijar los hechos concretos para siempre (aunque se borren, es posible rastrearlos y su difusión puede ser imparable), de manera que, además, es posible traer al presente hechos pasados, convirtiendo la sensación de acoso en permanente: un comentario, foto o video puede ser visto por la víctima y los acosadores una y otra vez, reviviendo la situación.

- Permiten la participación en una situación de acoso de forma continuada, sin necesidad de tener a la víctima delante. Esto amplía el radio de acción de acosadores y la aumenta la percepción de inseguridad de la víctima, que puede recibir comentarios e incluso amenazas (en diferentes formatos) en cualquier momento del día.

- Introducen un elemento de mediación que permite mayores cuotas de crueldad e impide la empatía directa con la víctima: el uso de tecnología, como ha sido estudiado en diferentes experimentos (por ejemplo, en Milgram, S. Obediencia a la autoridad), permite despersonalizar a la víctima, que es percibida menos como persona que como un dato más con el que jugar. En resumidas cuentas, es más sencillo participar en hechos ofensivos si la víctima no está presencialmente.

- Generan sensación de anonimato en los agresores, que pueden esconderse tras perfiles con nicks, lo que proporciona la idea de impunidad que contribuye a la extensión de agresiones psicológicas.

- Pueden generar delitos de contra la intimidad e incluso de difusión de contenidos ilegales, que el alumnado generalmente desconoce (compartir determinadas imágenes de menores puede ser delito).

- Permiten el rastreo de hechos relacionados con el acoso, en caso de derivar en actuaciones ante un juzgado.

¿Cómo debe contribuir el centro a la concienciación de las familias respecto al uso responsable de las Tecnologías de la Información y Comunicación por menores de edad?

El centro puede generar varios tipos de actividades al respecto:

- Material impreso o digital en forma de guías, preguntas frecuentes, documentos con consejos prácticos, etc. (ponemos como ejemplo un documento elaborado por nosotros como Departamento de Orientación: https://drive.google.com/file/d/0ByJvQF-4qBapMXZBTlRPb2Y2NXc/view)

- Encuentros entre el centro (Departamento de Orientación y expertos digitales del centro) y las familias, donde se traten temas generales: seguridad informática, uso de redes sociales y adolescencia, ciberacoso.

- Talleres prácticos donde se muestren las diferentes redes, su uso y sus ventajas e inconvenientes para la adolescencia.

- Encuentros con expertos en TIC y adolescencia: psicólogos, abogados, policías, etc.

- Apertura de medios de comunicación, usando las propias TIC, para detectar usos indebidos (Plataformas digitales, perfil de Facebook, correo electrónico,

¿Qué valores debe trabajar el centro en este caso para evitar situaciones de ciberacoso y sus consecuencias?

El centro debe trabajar, fundamentalmente, dos valores:

- Empatía: a pesar de las dificultades en las etapas de la preadolescencia y  adolescencia para ponerse en el lugar del otro (los estudios de Kohlberg respecto a las etapas de desarrollo de la percepción de la justicia así lo indican, por ejemplo), los centros deben hacer un esfuerzo en este sentido. Para ello, hay que proporcionar no solo actividades (desde análisis de textos, imágenes o vídeos hasta dinámicas grupales), sino contextos donde esta empatía pueda desarrollarse. Para ello, es positivo trabajar el refuerzo de las redes de apego entre alumnos, intentando que compartan diferentes espacios y tareas.

- Uso responsable de las tecnologías: la adolescencia (y buena parte del mundo adulto) concibe la tecnología como algo neutro, que no influye en nuestra vida más allá de lo que queramos. Sin embargo, su uso está vinculado a ciertas actividades (comentar y juzgar lo que otros hacen, dicen o exponen, por ejemplo) que, si no se realizan con cierto criterio, pueden resultar conflictivos. Es importante entrenar al alumnado en ese uso, que es también un valor cívico.


¿Qué medidas podrían tomarse con respecto a los alumnos implicados?
- Medidas inmediatas: apertura del protocolo de acoso escolar, con la recogida de información y el expediente correspondientes; aplicación del Reglamente de Régimen Interno para los alumnos identificados como agresores; información a las familias sobre de los agresores y espectadores y solicitud de ayuda en la solución del conflicto; información al claustro de profesores sobre la situación; medidas de protección respecto a la alumna agredida en el centro (vigilancia en patios, cambio de clases y en las propias clases).


- Medidas a medio plazo: realización de talleres sobre ciberacoso en las aulas, que incluyan el uso responsable de las mismas y las consecuencias sociales, psicológicas y penales de su mal uso; medidas tendentes a que la alumna agredida establezca relaciones con otros alumnos, que refuercen su seguridad y su bienestar (búsqueda de intereses comunes, asignación de compañeras en las actividades en grupo de las diferentes asignaturas, etc.); medidas con los agresores (concienciación y mediación en el conflicto, una vez tranquilizada la situación).

ACTIVIDAD 2 (Vanesa C.)

CASO 2. EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA
1.       ¿Qué tipos de acoso se advierten en este caso?
Concurren el acoso psicológico y el acoso físico. Dentro del psicológico cabe destacar el ejercido a través de las redes sociales.
2.       ¿Qué influencia ejercen las redes sociales? ¿en qué se diferencia del acoso presencial (difusión, tiempo, lugar en el que se produce...)?
La influencia de las redes sociales se manifiesta sobre todo en la persistencia del acoso a lo largo del tiempo. Es decir, la violencia no se agota en la jornada lectiva, sino que se extiende fuera del ámbito escolar.  El acoso cibernético se diferencia del presencial en aspectos como los siguientes:
-          No se restringe a las personas directamente afectadas por el conflicto, sino que los medios digitales lo propagan.
-          Se produce también fuera del horario escolar.
-          Se da en el colegio, pero también en casa, a través por ejemplo de las mismas redes sociales, que penetran en el seno del hogar.

3.      ¿Cómo debe contribuir el centro en la concienciación de las familias respecto al uso responsable de las Tecnologías de la Información y Comunicación por menores de edad?
Los colegios pueden concienciar a las familias de las siguientes maneras:
-          Organizando sesiones informativas para todas las familias, no sólo las de los alumnos acosados y acosadores. Incluirían pautas de comportamiento, resultados de sociogramas realizados por el centro y conclusiones obtenidas a partir de dinámicas de cohesión de grupo.
-          Compartiendo información útil en las redes sociales del colegio, como por ejemplo  vídeos de actualidad, normativa vigente y estudios de organismos públicos.
-          Concertando charlas y seminarios con agentes especializados, como por ejemplo la policía local, los asistentes sociales o los especialistas psicopedagógicos.
4.       ¿Qué valores debe trabajar el centro en este caso para evitar situaciones de ciberacoso y sus consecuencias?
Los colegios deben fomentar valores como los siguientes:
-          La tolerancia ante la diversidad.
-          La empatía.
-          El respeto entre diferentes.
-          El compañerismo.
-          La responsabilidad ante los propios actos, incluida la jurídica.
5.       ¿Qué medidas podrían tomarse con respecto a los alumnos implicados?

Principalmente, los centros deben aplicar con rigor la normativa vigente, proveniente tanto de los organismos públicos (Decreto 15, entre otros) como de los propios colegios (reglamentos de régimen interno). En ella se incluyen medidas como:
-          Expulsiones.
-          Permanencia en el centro acabada la jornada lectiva.
-          Realización de actividades de colaboración en el colegio.
Y a parte de lo recogido en la normativa, los centros pueden actuar mediante:
-          Dinámicas de grupo.
-          Entrevistas individuales.

-          Técnicas de modificación de conducta.